Por: Augusto García Cuadrado
(Abigail Martínez González) El vóleibol apareció en el Valle del Mantaro con la creación en Huancayo de la Escuela Normal Mixta anexa a la Dirección Regional de Educación del Centro. Lo introdujo su Director Mr. Albert Albertson y pronto alcanzó difusión en aquél a través de las alumnas de dicho Centro. Para entonces se había popularizado ya en Lima, donde el año 1924 en un primer torneo inter-escolar campeonó el Colegio Peruano de los Sagrados Corazones que contaba en su representativo a la estudiante apatina Abigail Inés García.
Alrededor de 1927 irrumpe en Apata por vez primera un conjunto femenino que con el nombre de “Representativo Apata” alterna con cuadros similares de San Jerónimo de Tunán, Matahuasi, Concepción y otros. Lo integran las alumnas de la mencionada Escuela Normal: Benita y Clara Vargas, Rosalva Márquez, Olivia Miranda, Alfonsa Márquez, Blanca Collazos, Silvia Ponce, y quien trae estos recuerdos.
El año 1937, alentado por el Director del C. E. N° 508 don M. Heraclio García, se instituye una entidad que adopta el nombre de Atlético “Neorama”, integrado por las hermanas Ivanoa (Capitana), Fanny y Espíritu Barreto, Emilia Salazar, Delfina Sara y Angélica López, a las que en años posteriores se sumarían las hermanas Hayde Amelia y Flor de Maria Bravo. Este cuadro precede con sus notables campañas al prstigio deportivo que estaba llamado a alcanzar Apata en la región y en el país.
En la misma época el Club “Verdún” que anima el profesor Leopoldo Martínez Ponce, se incorpora al movimiento voleibolístico apatino, registrando las siguientes jugadoras: Felicita Montano Ortiz (Capitana), Celia Márquez, Flora Martínez, Clara Rivera y Alicia Acevedo.
El 8 de Setiembre de 1938, representa la apertura de una nueva era en la historia deportiva apatina. Ese día seis suscriptoras de la Revista Argentina de la Salud “Viva Cien Años” que dirigía el Dr. Arturo León López de Buenos Aires, improvisan un sexteto de voleibol que ingresa con ese nombre l campo, enfrentando exitosamente a un rival del distrito de El Mantaro. Lo conforman: Rosalva Márquez, Silvia Ponce, Alfonsa y Eva Márquez, Maruja Basurto y Abigail Martínez.
La trayectoria del conjunto es breve. Pero la circunstancial aventura estaba llamada a generar insospechadas proyecciones en la vida apatina. El entusiasmo y la buena voluntad que lo habían alimentado se concentran en la Escuela Elemental de Niñas N° 5032 que hace de ese deporte el objetivo central de sus esfuerzos educativos, y ya en 1939 sale a la calle el primer cuadro infantil, heredero del nombre “Viva Cien Años”, a competir con otros de su categoría. Por entonces la edad de las jugadoras fluctuaba entre siete y nueve años y la práctica del deporte se hace general en el plantel.
La Escuela N° 5032 se eleva en 1944 a la categoría de Escuela de Segundo Grado N° 525 conviertiendose en vivo semillero que enciende la fiebre del voleibol, en todo el distrito, y a esas alturas “Viva Cien Años” cuenta ya con un envidiable record de actuaciones y exhibe destacdas figuras juveniles como Flor de Maria Bravo, Maruja Bustamante, Berta Figueroa, Zoila García Ponce, Yolda Miranda, Elva Milagro Huanuco, alumnas todas del referido centro educativo.
Surge como consecuencia de ese impetuoso desarrollo la Liga Distrital de Apata, que es reconocida oficialmente por la Federación Peruana de Voleibol el 28 de Agosto de 1946. Fue su primer Presidente el Cabo GC Nemesio Espejo, correspondiendo a Gladis Collazos y Sara Hermilia Bravo el honor de ser integrantes del representativo de voleibol de Jauja que el año de 1947 interviene en una justa de nivel nacional. En Agosto de 1948 la Liga apatina asume la representación de la provincia de Jauja en el Torneo Nacional de ese año, conformándose el cuadro de las deportistas Amelia y Flor de Maria Bravo, Elva Bonilla, Ela Muñoz, Berta Figueroa, Yolda Miranda, Luisa Montero, Juana Escobar y Cory Ponce; obteniendo un inicial y meritorio triunfo ante el seleccionado de Cañete.
A partir de entonces el voleibol apatino acrecienta su prestigio y las campañas del Club son más frecuentes , ensanchándose el radio de las mismas, a la par que se suceden los campeonatos regionales y nacionales de la década del 50, en los que participan las nuevas titulares: Hílmer Tenicela, Ida Márquez, Doris Guardia, Ina Márquez, Cruz Muñoz, Victoria Andrde, Carmen Pinto, Zonia Luz González, Reneé Martínez, Clara Silva y otras.
En 1951, Apata se impone a los seleccionados de Lima, Pasco, Chanchamayo y Huanuco y conquista el Sub-Campeonato. Concurre a los regionales de Tarma en 1952 y 1953, y al nacional del 55, colocándose a la altura de los grandes sextetos del país.
Las campañas de la institución abarcan todo el centro del país, enfocándose principalmente en las zonas de Tarma y el Valle de Chanchamayo.
Los años de 1958 y 1959 son decisivos para el encumbramiento del vóleibol apatino en el ámbito nacional. Por gestiones del Club visita Apata en dos oportunidades el entrenador de la Federación Peruana, Aníbal Saco, cuya actuación eleva la calidad técnica de las jugadoras. A ese hecho están ligadas las dos exitosas giras que emprende el cuadro por el Norte de la República, sin otros recursos que los provenientes de sus propias actividades y el aporte personal de buenos apatinos.
La primera de las referidas campañas (1958) comprende: Chosica, Lima, Huaral, Paramonga, Chorrillos y callao, en tanto que la segunda (1959) alcanza a Chosica, Lima, Miraflores, Guacho, Paramonga, Huaraz, todo el Callejón de Huaylas, Chimbote, Trujillo y Chiclín.
El año siguiente cumple una tercera gira por el sur de la República la misma que tiene sus escenarios en Lima, Chincha, Pisco, Ica, Nazca, Miraflores, Callao y Huaral. Figuras rutilantes de estas giras son: Zonia Luz González (Capitana), Cory Ponce, Tula Guardia, Zoila García Martínez, Bertha Martínez, Máxima Villar, Ina Márquez, Enna Fuente, Elsa Flores Peñaloza, Carmen Martínez, Hilda Muñoz, Angélica Quintana, Siria y Delta Carbajal.
En 1961 se realiza el regional de ese año con sedes rotativas en Huancayo, Jauja, Oroya y Apata, dando lugar a competencias que conmueven intensamente el ámbito regional y hacen de Apata por primera y única vez un foco de atracción que congrega a millares de aficionados de todo el valle.
En 1964 el representativo de Apata siempre sobre la base del Club “Viva Cien Años” , concurre al XV Nacional que tiene sede en Cajamarca, en el cual ocupa meritorio lugar imponiéndose a cuatro de sus más calificados rivales, con la inclusión de Lidia Farje Seguil.
El Club culmina su fulgurante trayectoria de 30 años en 1969, cuando contrata los servicios del entrenador Jorge Alva y promueve la participación del seleccionado apatino en el Regional que se realiza en Huancayo.
Al hacer este recuento no puede perderse de vista el aporte de las organizaciones oficiales, como el de personajes simbólicos y de toda la comunidad que, en conjunto, hicieron causa común para tan asombrosos desempeño traducido en una obra espiritual de insospechados alcances.
Entre esas fuerzas, debemos mencionar en el plano oficial a la Federación Peruana de Vóleibol y a sus Presidentes Drs. Marcial Ayaipoma Vidalón y José Pezet Miró Quesada. En la dirigencia de la Liga local fue decisiva la acción de los señores Nemesio Espejo, Jorge Silva Villacorta, Ismael Sagástegui Rodríguez, Carlos García Rojas, Oscar García de las Casas, César Ravines Núñez y Alberto Benza Luján, al igual que la de los señores Nicolás Ojeda Fierro, Julio Velarde Hernando, Pedro Samaniego Meza, Salomón Martínez Chávez y Máximo Jáuregui Neyra, desde la delegación ante la Federación Peruana de Vóleibol.
Valiosas fuerzas de apoyo han constituido también el periodismo, lo mismo que la radio huancaínos.
En otro nivel han sido determinantes el amparo permanente que prestó al Club el Sr. Nicolás Ojeda Fierro, quien fuera su Presidente Honorario Protector y la participación de las colonias apatinas en Lima, La Oroya y Huancayo, además del extraordinario aporte del Sr. Eugenio Mondragón Gonzáles, quien condujo al club a sus máximas realizaciones, llevándolo a alternar en su mejor época con los representativos de Ica, Miraflores, Lima, Trujillo y Huaral.
HONOR AL CLUB “VIVA CIEN AÑOS”
Las glorias conquistadas a través de su larga campaña por esta notable organización han sido celebradas por muchas instituciones y personas, incluyéndose al periodismo regional que constantemente le dedicó sus elogios. Dos muestras de esas manifestaciones que seleccionamos para ilustrar, están representadas por la canción que compuso el “Trío Jauja” conformado por Amador Abregoú, Nicolás Martínez y Yolanda León que estrenó la misma en oportunidad de las fiestas patronales del Distrito del año 1977; y por la composición poética que le fue dedicada por los estudiantes: Alberto Ricse Villar, Raúl Casallo Acevedo y Rogelio Oré López del Colegio Nacional Mixto “Libertador Ramón Castilla” de Apata.
“VIVA CIEN AÑOS”(Canción)
En los fulgores del treintiocho
nace en Apata un gran equipo
“Viva Cien Años” ese es su nombre
El cielo azul es nuestro Valle
vio en su horizonte nuevas estrellas
que deslumbraban cuando jugaban
Sus triunfos dieron grandeza a Apata
ante las nieves del Huascarán
haciendo historia en Cajamarca,
Trujillo, Chincha, Huaral y Lima.
Recordando a las fundadoras
orgullo del deporte apatino
y a las cautivadoras flores
sus jugadoras, perla escondida
Con Zonia Luz de Capitana
Tula, Cory, Elsa y Bertha,
Máxima, Carmen, Hilda, Ñita
y Zoilita, las Campeonas.
“Viva Cien Años” es el baluarte
que simboliza la nobleza
con aguerridas jugadoras
ejemplo de gloria y proeza.
“VIVA CIEN AÑOS” (Poesía)
Viva Cien Años
grata y querida insignia
que en el cielo de Apata
un día apareció
como lema
del gran club
que por los campos del Perú
sus triunfadores colores
dignamente paseó.
De Apata a Jauja,
Huancayo, Oroya y Tarma
llevó victorioso
el celeste color
que con orgullo luego lució
en Chanchamayo, Lima,
Chosica y Miraflores,
como en Huacho, Huaral
y Paramonga,
al igual que en Callao
y Bellavista.
Prosiguió su marcha triunfante
a lo largo del grandioso
Callejón de Huaylas
mereciendo el homenaje
reverente del Huandoy y el Huascarán
a su paso hacia a Huallanca,
Chimbote, Trujillo y Chiclín.
Fueron también
escenarios acogedores
de sus acciones brillantes:
Ica, Chincha, Pisco,
Oxapampa, Satipo,
Cerro de Pasco, Yauli, Morococha
y Huarón.
En las justas nacionales y regionales,
al lado de los grandes,
en Tarma, Huancayo,
Lima y Cajamarca
los colores oficiales
de Jauja
defendió
de Apata el nombre grabando
en la historia deportiva del Perú.