domingo, 3 de mayo de 2009

Bienvenido


* La Iglesia de la Natividad de Cocharcas y La Municipalidad Distrital de Apata.

Esta página web tiene iniciativa de dar a conocer el distrito de Apata y tambien hacerla conocer a todos los peruanos, tenemos el orgullo de decir que el distrito de Apata - Jauja es "La Perla Escondidad en el valle del Mantaro" por las riquezas y bondades que le han dado la naturaleza asi como una Tierra de Héroes e Intelectuales como el famoso batallón Cazadores de Apata que participó en la Campaña de la Breña donde además el Brujo de los Andes Andrés Avelino Cáceres reconoció en todo momento el patriotismo de este gran pueblo, tambien podemos sentirnos orgullosos de tener al héroe Cap. Alipio Ponce Vasquez que con gran valor participó en la Guerra del 41 frente a los ecuatorianos donde el Perú fue el vencedor y al mártir Salomón Ponce Ames que luchó por la jornada de las ocho horas, y que fue muerto, en la calle Los Huérfanos, en la marcha al lado de Víctor Raúl Haya de La Torre el 23 de mayo de 1923.


sábado, 2 de mayo de 2009

Apata Perla Escondida en el Valle del Mantaro

MARAVILLOSA GEOGRAFIA CON RICAS TRADICIONES Y BELLOS PAISAJES

Hermosos, valle y puna forman al distrito de Apata, con una calidad de aire de especialistas lo califican de “único en el mundo”, libre de contaminación, privilegiado lugar para descongestionar pulmones contaminados en las grandes ciudades, ofreciendo condiciones óptimas de vida por su clima templado, seco y agradable, pueblo pintoresco con una hermosa iglesia colonial que conserva valiosas obras pictóricas, finos altares bárrocos que datan del siglo XVI, casas de campo con típicos tejados, aromática campiña parcelada como huertas, con cerros por donde trepan retamales, plantas y árboles medicinales, hileras de sauces, eucaliptos y cipreses que bordean sus campos de cultivo y su carretera principal de acceso al incomparable distrito de Apata, luego desde este paraiso ir por caminos de vértigo a sus maravillosas alturas nacientes de bellas lagunas ideal para el turismo de aventura y pesca deportiva, las cristalinas aguas de puquios, manantiales y lagunas dan vida a importantes criaderos de truchas del lugar y vitales para su prodigiosa tierra de cultivo, alturas que también son moradas del condor, la llama, venados, vizcachas y una gran variedad de aves y auquénidos, rico patrimonio natural del ...¡PERU PARA EL MUNDO!


APATA THE HIDDEN PEARL IN THE VALLEY WONDERFUL GEOGRAPHY WITH RICH TRADITIONS AND BEAUTIFUL LANDSCAPES

Beautiful valley and Andean highland form APATA district, with an air quality that experts quality it as “the only one in the world”, out of pollution, privileged place to descongest polluted lungs from the big cities, offering optimun way of living because of its pleasant, dry and cool climate, picturesque town with a beautiful colonial church that preserves valuable, pictorial art works, fine baroque altars that came from XVI century, typical tiled roof country houses, aromatic countryside divided in garden lots, with hills through where florewed broom plants, plants and medicinal trees, row of willows eucalyptus and cypresses surround its farming countries and the main road of acces to the incomparable district of Apata, then from this paradise go through heartbreaking roads to its wonderful highlands coming out of beautiful lakes ideal to have adventurous tourism and sporting fishing, the... Crystalline water of springs and lakes give life to important trout hatcheries, land they´re also vital for its maryelous farming lands, highlands that are also dwelling for the condor, llama, deers, viscachas and a great variety of brids and animals, rich natural patrimony of ...¡PERU OF THE WORLD!

Milagrosa imagen de la Santísima Natividad de la Virgen de Cocharcas, patrona del Distrito de Apata, a quien se dedica las tradicionales y renombradas fiestas del 8 de setiembre de cada año.

Miraculous statue of the most holy Nativity of La Virgen de Cocharcas, patroness of Apata district, to whom the traditional and well-known celebrations on september 8 of every year is dedicated.

viernes, 1 de mayo de 2009

Apata Destino Turístico

El Distrito de APATA está ubicado en la margen izquierda del Rio Mantaro, a 8 Km. de Huancayo (lado norte), y a 15 Km. de Jauja (lado sur este), a 4 horas de viaje en automovil desde la ciudad de Lima - Perú.Sugerimos al amigo visitante traer para los meses lluviosos de Octubre a Mayo ropa gruesa, y para los meses secos y calurosos de Abril a Setiembre, ropa ligera para el día y gruesa para sus noches de heladas.

APATA district is located on the left side of Mantaro river, 32 kilometers far from Huancayo (north), and 15 Kilometers far from Jauja (southeast), four hour trip by car from Lima . Perú.We suggest visitors to take winter clothes for the rainy months october - may, and for the hot and dry months April - September summer clothes for the day winter clothes for the freezing cold nigth.

IGLESIA MATRIZ, construído en el año de 1600, con un altar mayor bañado en pan de oro de estilo churrigueresco, alberga a su Patrona Santísima Vírgen de Cocharcas, conserva además valiosas pinturas de las escuelas cuzqueña y ayacuchana.

The main church built in the year 1600, with a principal altar coated in gold and highly ornamented style, gives shelter to its holy patroness Virgen de Cocharcas, besides it preserves valuable paintings from cuzqueña and ayacuchana fine art school.


FLOR DE RETAMA, planta oriunda y medicinal que abundan en las faldas de los cerros Tancachuco y Jerusalen, a 1 Km. de la Plaza Principal.

Flowered broom plant, medicinal native plant wich grows on the Tancachuco and Jerusalen mountaunside one Kilometer far from the main plaza.



PUENTE CALICANTO, romántico puente construído con piedras de cal y canto a inicios de la época republicana, por donde hicieron su paso el libertador Simón Bolivar y el brujo de los Andes Andrés Avelino Cáceres, lugar de inspiración para los enamorados, poetas, soñadores a, a 200 metros de la plaza principal.

Stone masonry brigde, romantic bridge built in lime and edged stones at the beginning of republican period, through where the liberator Simón Bolivar and the wizard of the andean highlands Andres Avelino Caceres walked, a place of inspiration for the lovers, poets an dreamers, 200 meters far from the main plaza.

PATASCA, plato típico reconfortante caldo preparado a base de maíz pelado, variedad de carnes, menudencias, cuero de cerdo, acompañado del aromático perejil, cebolla y rocoto picado, este y otros sabrosos platos típicos se pueden degustar todos los días en mayor cantidad los fines de semana y días festivos.

PATASCA, typical dish, nourishing broth made with skinned corn, different kinds of meat, giblets, pork’s skin, server with aromatic parsley, on ion and minced chili, this and other delicious typical dishes that can be tasted every day, especially on weekends and holidays.

MARAVILLOSA LAGUNA DE POMACOCHA, ubicada a 15 Km. de la Plaza Principal. El distrito de Apata cuenta con más de 32 lagunas de formas y tamaños diferentes, albergando sus aguas gran cantidad de truchas y patos silvestres.

WONDERFUL LAKE OF POMACOCHA, located 15 Kms far from the main plaza. Apata district has more than 32 lagoons of different sizes and shapes harboring a lot of trouts and wild ducks in their water.



CAIDA DE AGUA, desde las alturas de Apata bañan sus grandes tierras de cultivo, líquido elemento para las piscigranjas del lugar.

WATERFALLS from the highlands of Apata water its big farming lands, liquid element for the trout hatceries there.



HERMOSO PARAJE DE TULUNCO, con una alegre campiña perfecta para caminatas y liberarse del stress, está ubicada a 4 Km. de la plaza principal. Caminito Apatino que conduce a una de sus piscigranjas con amplios y recreativos ambientes para la práctica de diversos deportes. Hermosos parajes rodeados de eucaliptos, alisos, y el bullicio de sus ríos y aves son una nueva alternativa para vivir el turismo ecológico.

BEAUTIFUL PLACE OF TULUNCO with a happy countryside perfect for hiking and getting rid of stress, is located 4 Kms far from the main plaza. Apatino narrow path that takes you to one of its trout hatcheries with big recreation ground used for different sports and games. Beautiful places surrounded by eucalyptus, alders and the noise of its rivers and birds is a new alternative to live the ecological tourism.

MISTICA VIRGEN DE BARRO, imagen natural que se asemeja a una mujer sosteniendo en sus brazos a un niño, existiendo en su alrededor un gran variedad de plantas medicinales y aguas curativas, lugar de peregrinaje en Semana Santa, ubicada en el paraje Inanya a 1 Km. de la plaza principal de fácil acceso.

MYSTICAL VIRGIN OF CLAY, natural image similar to a woman holding a baby in her arms, growing different kings of medicinal plants and flowing healing water around it. Pilgrimage place on Holy week, located in Inanya one kilometer far from the main plaza, its acces is easy.

PIEDRA DE TULUNCO, famosa por sus propiedades energéticas igual que las del Cuzco, con forma de cabeza humana, lugar donde cientos de turistas nacionales y extranjeros renuevan sus energías, está ubicado en el anexo Nueva Esperanza a 5 Km. de la plaza principal.

STONE OF TULUNCO, famous for its energetic properties the sames as cuzco’s, with human head shape, place where hundreds of national and foreign tourist restore their energies, is located in Nueva Esperanza annex, 5 Kms far from the main plaza.

sábado, 12 de abril de 2008

Inauguración de la Posta Médica "Ricardo Benza Luján"

El sábado 12 de abril el Alcalde de Apata José Rojas Paitán inauguró la Posta Médica en el anexo de Paucar que lleva por nombre "Ricardo Benza Luján" la ceremonia de inauguración se celebró a las 2:00 pm y asistieron las autoridades publicas del sector como los pobladores del distrito de Apata, cabe resaltar que la Posta Médica lleva el nombre de un hijo apatino como el Dr. Ricardo Benza, destacado profesional que siempre ha velado por su pueblo y ha contribuido desinteresadamente en múltiples oportunidades para el desarrollo de Apata.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Valioso libro de historia en Apata

Suplemento Cultural "Solo 4" del diario Correo de Huancayo, 8 de setiembre del 2007

En homenaje al 125 aniversario del Asalto de Concepción, donde los peruanos dieron una contundente derrota a los chilenos, ayer se presentó el libro El Glorioso Batallón Cazadores de Apata, un trabajo realizado por el estudioso Alberto Enrique Benza González, natural de ese distrito. El libro, en edición facsimilar y de gran riqueza histórica, muestra por primera vez documentos inéditos de los integrantes del Batallón Cazadores de Apata que participaron en la Guerra con Chile, hecho que demuestra fehacientemente la existencia de ese batallón, desechando toda duda. Los documentos, reproducidos en el texto, fueron encontrados en el cuartel Hoyos Rubio, ubicado en el distrito del Rímac en el año 2004, y recién salen a la luz pública para rendir tributo a estos hombres que lucharon por el Perú en La Campaña de la Breña.

El libro fue presentado por el historiador mas representativo del departamento de Junín Aquilino Castro Vásquez.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Leyendas del Valle: APATA

Diario LA VOZ de Huancayo, Jueves 4 de Setiembre de 1980.

Por: Alberto Benza González

Leyenda de la Virgen de Cocharcas:

Cuenta la tradición que un indio de Cocharcas (Apurimac) llamado Sebastián Quimichu que sufría de incurable enfermedad, había oído hablar de los portentosos milagros de la Virgen de Copacabana (Bolivia) a cuya localidad se trasladó venciendo toda clase de obstáculos, alentado por vivas esperanzas de curación.

Como resultado de sus ruegos y fe puesta en la Virgen, muy pronto quedó curado de su mal y en gratitud a su benefactora obtuvo una imagen identica a la de Copacabana, a la cual hizo bendecir y trasladó a su tierra natal, instalandola provisionalmente en una capilla que años despues fue sustituida por el monumento que se erigió.

La famaque desde entonces adquirió en la región la Virgen de Cocharcas por los milagros de los que era autora fue extendiéndose crecientemente por todo el Perú, y desde diversos lugares se solicitaban réplicas de la sagrada efigie. Fue así que, atendiendo la demanda de las feligresías de Concepción, Orcotuna y Jauja, fueron enviadas en sus respectivas andas tres imágenes "hermanas" para las iglesias de esos pueblos.

Las dos primeras llegaron a su destino sin novedad. Pero con la que hiba a Jauja sucedió algo raro, pues, al llegar los cargadores a la altura de Apata notaron que el anda se sentia cada vez más pesada, hasta que se hizo imposible moverla. Interpretado ese hecho como un deseo de la Virgen de quedarse en el cercano pueblo, se adoptó la decision de conducirla a él tornándose entonces el anda sumamente liviana.

De esa manera la Virgen ingresó Apata un 8 de setiembre para erigirse en su patrona en medio de solemenes honores que ahora se renuevan anualmente.[1]

La Leyenda del Cerro Hualars Huaño

En el camino de Apata a Uchubamba hay un elevado cerro en cuya base puede verse adherida una curiosa roca que aparece una representación de dos seres humanos recostados. Se le conoce con el nombre de Cerro "Hualars Huaño" (Hualars: Muchacho; y Huaño: Muerto), y al respecto dice la leyenda que cierta tarde dos pastorcillos que cuidaban su rebaño en el campo repararon en que había desaparecido algunas ovejas, por lo cual temerosos del castigo que podría recaerles a causa de su descuido optaron por huir hacia Uchubamba, cayendo rendidos al pie de un cerro luego de varias horas de caminata.

Al día siguiente, los padres que habían salido en busca de sus hijos los encontraron inertes. El intenso frío de las alturas los había petrificado.[2]

La Piedra de Tulunco

Los que visitan Apata no resisten a la tentación de programar una excursión al bello paraje de "Tulunco" donde se yergue la gigantesca piedra que atestigua allí el proceso de los tiempos geológicos. Refieren los viejos lugareños que dos agraciadas muchachas que cumplían sus faenas pastoriles en la puna de "Auquicancha" fueron sorprendidas un día por su padre cuando departían con sus enamorados, y ante la colera demostrada por aquél las dos aterrorizadas hermanas emprendieron veloz huida cueta abajo.

El padre, al no poder darles alcance, profirió uan tremenda maldición que de inmediato convirtió a las fugitivas en piedras, la menor de las cuales fue rodando hasta el río Mantaro, siendo arrastrada hasta las cercanías de Huancavelica.

La otra permanece en el lugar de su primitivo encantamiento y se dice que en las noches de luna llena recobra su condición humana y entona tristes canciones clamando por un pronto reencuentro con su hermana.[3]
_________________________
[1] Martínez González, Julia
, información oral, Apata, 1977.
[2] Benza Avellaneda, Ricardo, información oral, Apata, 1975.
[3] Garcia Cuadrado, Augusto, información oral, Apata, 1979.

lunes, 27 de agosto de 2007

La Fiesta del 8 de Setiembre

La fiesta más grande, de más brillo y esplendor, era y todavía lo es, la de la Virgen de la Natividad de Cocharcas, Patrona del pueblo, el 8 de Setiembre, cuyo programa incluía las solemnes vísperas en la Iglesia, con el derroche de velas, cirios, romero e incienso; luego la quema de preciosos y fantásticos juegos pirotécnicos, al son de una de las mejores bandas de músicos de la región; al día siguiente, la misa y la procesión y la feria agropecuaria-artesanal; en la misma fecha y siguientes: actuaciones cívicas, folklóricas y deportivas, los bailes sociales, los toriles, las corridas de toros, los cortamontes y finalmente el jaljapacuy o despedida.

Todos los años, a medida que se aproximaba la fecha de esta esperada fiesta, la preocupación de dejar solucionados todos los problemas inherentes al caso crecían más y más; desde meses atrás menudeaban los viajes de los apatinos a Jauja, Concepción, Huancayo y otros; los proveedores se hacían presentes más a menudo en Apata; los albañiles, los carpinteros, los pintores, los sastres. Las modistas, las amas de casa, los comerciantes, los deportistas, en fin, todos trabajaban a ritmo acelerado.

LA VÍSPERA.-
A pesar de haberse laborado prevenidamente, la víspera representaba siempre un día de inusitado ajetreo para los más, porque incluso había que ir al “paradero”. La mayor parte de l gente llegaba todavía esa noche en el tren de Lima-Huancayo, único medio de transporte entonces, que normalmente hacía su paso de 8 a 9 p.m.

Entre tanto, el tañido de las campanas y el estallido de las bombardas, los cohetes y la quema de castillos quebraba el silencio de los cielos y el viento esparcía a todos los rincones el tono clásico e inconfundible de las marchas y la armonía excitante de los pasacalles, las Mulizas y los Huaynos, diestramente interpretados por las bandas de músicos y orquestas que recorrían las calles trocando el tibio ambiente en sugestivo y expectante.

EL DÍA.-
El amanecer del 8 era saludado por el estrépito de 21 camaretazos más la diana ejecutada, a todo dar, por la banda de músicos que así trataba de demostrar su idoneidad. El contorno de la plaza se veía totalmente ocupado por carpas y puestos de venta; la gente afluía desde tempranas horas, venidas hasta lejanas tierras, compradores, vendedores, y los conjuntos de cantos y bailes costumbristas concurrentes de todos los Barrios del Distrito, dilataban pronto la población, a la par que se nutría de fieles a la Iglesia. Sucedía entonces que cuando la procesión recorría el perímetro de la Plaza, ésta, colmada hasta sus topes ofrecía la imagen de un enorme enjambre humano desplazándose en lenta oscilación.

A su turno todas las mesas de la kermesse y de los restaurantes se repletaban de comensales que dirigían sus preferencias hacia los cuyes, la patasca, el lechón, los chicharrones, etc. alternándolas con sendos vasos de vino, cerveza o chicha.

Cada cual podía desenvolverse como mejor le parecía: cantar, bailar, sorber sus tragos, concurrir a las actuaciones de los conjuntos folklóricos o los eventos deportivos, o asistir a las actuaciones conmemorativas de la Municipalidad; gastar unos reales en las rifas y tómbolas, jugar unos partidos de tejo, o también retornar suplicante ante la Virgen de la Natividad y de rodillas reiterar la imploración de sus milagros.

EL TORIL.-
En la noche el Toril, baile frenético, pletórico de entusiasmo y colorido, donde al son de la banda de músicos, centenares de parejas danzaban alrededor de la plaza hasta las 6 de la mañana o más, con sus intervalos para libar unas copas y saborear al amanecer un reconfortante yacuchupe, caldo de cabeza o de gallina, o una sabrosa patasca.

LAS CORRIDAS DE TOROS.-
Los días 9 y 10, con barreras previamente armadas en las esquinas de la plaza, se cumplían en ésta las corridas de toros; lujosas y vistosas enjalmas obsequiadas por las damas y exhibidas previamente en clásico y pintoresco desfile, eran colocadas sobre el lomo de los toros. Arrebatarle la enjalma al astado en plena lid y obsequiárselo a la dama de sus preferencia era la mayor codicia de los toreros. Al terminar las corridas, casi siempre buenas por la calidad del ganado, por la maestría y temerario arrojo de los toreros aficionados a estas lides, comenzaba el baile popular en la misma plaza hasta altas horas de la noche. También había Bailes Sociales, amenizados por orquestas contratadas en Lima o Huancayo.

Los subsiguientes días estaban destinados a los cortamontes, en los que las madrinas y padrinos de cada monte, ponían todo lo mejor que podían en adornos, bocaditos, comidas, música, licores y atención esmerada a los visitantes y público asistente.

JALJAPACUY O DESPEDIDA.-
El 13 de Setiembre en la tarde la banda de músicos, con sus integrantes originalmente ataviados, luciendo huallapas (obsequios del Mayordomo) consistentes en unos rosarios de vellones, o de frutas, o de panes y bizcochos, o de mazorcas de maíz colocados en bandolera a cada uno, acompañada por los Priostes y multitud de parejas de danzantes presididas por el Mayordomo y su consorte, recorría la población visitando la casa de los parientes y allegados, al compás del Pasacalle, Chimaychi o huayno que entonaba, en tanto la imprescindible botella de licor cumplía su correspondiente cometido. El festivo ambiente que cada vez acrecía con mayor número de danzantes, alcanzaba su clímax al llegar a la plaza donde es numeroso público que ya esperaba ávido aplaudía y se sumaba al jolgorio derrochando entusiasmo y alegría en las reiteradas vueltas que se daba por el contorno del escenario, deteniéndose solamente de rato en rato para libar sendos tragos de bebidas espirituosas. Más tarde, ya en la casa del Mayordomo el agotamiento físico ponía punto final al excéntrico desenfreno.

Una semana de fiesta de verdadera conjunción de vidas, de derroche de comidas y licores, de fervor religioso, de alegría sin límites, de entusiasmo desmedido, de entretenimiento y diversión, parecía que todos trataban de olvidar o ignorar los límites de lo sagrado, lo profano y lo mundano; fiesta maravillosa en la que parientes, amigos, compadres, vecinos y devotos de la Virgen, venidos exprofesamente desde la Capital, desde diferentes lugares lejanos y pueblos aledaños, entre palabras de dulces recuerdos, entre ¡salud! Y ¡salud! sentían acrecentar la amistad y acentuarse más y más el calor y la emoción del reencuentro.

RESULTADOS.-
Como saldo positivo de todo este gran acontecimiento del año podría señalarse satisfactorios resultados económicos para los comerciantes, empresarios, negociantes y artesanos; experiencias aprovechables para las organizaciones deportivas, y para todos la íntima satisfacción de haber vivido, compartido y gozado unos días maravillosos de grata integración con los seres queridos.

Después de la fiesta, sólo recuerdos y nostalgias por doquier, la plaza y las calles desoladas, vacías, todo había vuelto a la calma, Apata quedaba sumida en ese estado habitual de absurdo conformismo, en el que solamente las ocupaciones de rutina readquirían su ritmo monótono y absorbente como las del gañan arreando sus bueyes rumbo a la siembra, el ir y venir de los alumnos a/o de las escuelas, el trajín diario del correo “Lucho” –Luis Flores Cuenca- entre el pueblo y el Paradero del Ferrocarril Central, muy temprano en las mañanas y hasta que pase el tren en las noches, etc.; la mayoría de la población condenada a sobrevivir en la precariedad y a la espera del milagro redimente, no pensaba, no entendía y no se preocupaba de la problemática apatina ignorando así las verdaderas causas de su ominoso infortunio.

martes, 7 de agosto de 2007

Club de Vóley Viva Cien Años

Por: Augusto García Cuadrado
(Abigail Martínez González) El vóleibol apareció en el Valle del Mantaro con la creación en Huancayo de la Escuela Normal Mixta anexa a la Dirección Regional de Educación del Centro. Lo introdujo su Director Mr. Albert Albertson y pronto alcanzó difusión en aquél a través de las alumnas de dicho Centro. Para entonces se había popularizado ya en Lima, donde el año 1924 en un primer torneo inter-escolar campeonó el Colegio Peruano de los Sagrados Corazones que contaba en su representativo a la estudiante apatina Abigail Inés García.

Alrededor de 1927 irrumpe en Apata por vez primera un conjunto femenino que con el nombre de “Representativo Apata” alterna con cuadros similares de San Jerónimo de Tunán, Matahuasi, Concepción y otros. Lo integran las alumnas de la mencionada Escuela Normal: Benita y Clara Vargas, Rosalva Márquez, Olivia Miranda, Alfonsa Márquez, Blanca Collazos, Silvia Ponce, y quien trae estos recuerdos.

El año 1937, alentado por el Director del C. E. N° 508 don M. Heraclio García, se instituye una entidad que adopta el nombre de Atlético “Neorama”, integrado por las hermanas Ivanoa (Capitana), Fanny y Espíritu Barreto, Emilia Salazar, Delfina Sara y Angélica López, a las que en años posteriores se sumarían las hermanas Hayde Amelia y Flor de Maria Bravo. Este cuadro precede con sus notables campañas al prstigio deportivo que estaba llamado a alcanzar Apata en la región y en el país.

En la misma época el Club “Verdún” que anima el profesor Leopoldo Martínez Ponce, se incorpora al movimiento voleibolístico apatino, registrando las siguientes jugadoras: Felicita Montano Ortiz (Capitana), Celia Márquez, Flora Martínez, Clara Rivera y Alicia Acevedo.

El 8 de Setiembre de 1938, representa la apertura de una nueva era en la historia deportiva apatina. Ese día seis suscriptoras de la Revista Argentina de la Salud “Viva Cien Años” que dirigía el Dr. Arturo León López de Buenos Aires, improvisan un sexteto de voleibol que ingresa con ese nombre l campo, enfrentando exitosamente a un rival del distrito de El Mantaro. Lo conforman: Rosalva Márquez, Silvia Ponce, Alfonsa y Eva Márquez, Maruja Basurto y Abigail Martínez.

La trayectoria del conjunto es breve. Pero la circunstancial aventura estaba llamada a generar insospechadas proyecciones en la vida apatina. El entusiasmo y la buena voluntad que lo habían alimentado se concentran en la Escuela Elemental de Niñas N° 5032 que hace de ese deporte el objetivo central de sus esfuerzos educativos, y ya en 1939 sale a la calle el primer cuadro infantil, heredero del nombre “Viva Cien Años”, a competir con otros de su categoría. Por entonces la edad de las jugadoras fluctuaba entre siete y nueve años y la práctica del deporte se hace general en el plantel.

La Escuela N° 5032 se eleva en 1944 a la categoría de Escuela de Segundo Grado N° 525 conviertiendose en vivo semillero que enciende la fiebre del voleibol, en todo el distrito, y a esas alturas “Viva Cien Años” cuenta ya con un envidiable record de actuaciones y exhibe destacdas figuras juveniles como Flor de Maria Bravo, Maruja Bustamante, Berta Figueroa, Zoila García Ponce, Yolda Miranda, Elva Milagro Huanuco, alumnas todas del referido centro educativo.

Surge como consecuencia de ese impetuoso desarrollo la Liga Distrital de Apata, que es reconocida oficialmente por la Federación Peruana de Voleibol el 28 de Agosto de 1946. Fue su primer Presidente el Cabo GC Nemesio Espejo, correspondiendo a Gladis Collazos y Sara Hermilia Bravo el honor de ser integrantes del representativo de voleibol de Jauja que el año de 1947 interviene en una justa de nivel nacional. En Agosto de 1948 la Liga apatina asume la representación de la provincia de Jauja en el Torneo Nacional de ese año, conformándose el cuadro de las deportistas Amelia y Flor de Maria Bravo, Elva Bonilla, Ela Muñoz, Berta Figueroa, Yolda Miranda, Luisa Montero, Juana Escobar y Cory Ponce; obteniendo un inicial y meritorio triunfo ante el seleccionado de Cañete.

A partir de entonces el voleibol apatino acrecienta su prestigio y las campañas del Club son más frecuentes , ensanchándose el radio de las mismas, a la par que se suceden los campeonatos regionales y nacionales de la década del 50, en los que participan las nuevas titulares: Hílmer Tenicela, Ida Márquez, Doris Guardia, Ina Márquez, Cruz Muñoz, Victoria Andrde, Carmen Pinto, Zonia Luz González, Reneé Martínez, Clara Silva y otras.

En 1951, Apata se impone a los seleccionados de Lima, Pasco, Chanchamayo y Huanuco y conquista el Sub-Campeonato. Concurre a los regionales de Tarma en 1952 y 1953, y al nacional del 55, colocándose a la altura de los grandes sextetos del país.

Las campañas de la institución abarcan todo el centro del país, enfocándose principalmente en las zonas de Tarma y el Valle de Chanchamayo.

Los años de 1958 y 1959 son decisivos para el encumbramiento del vóleibol apatino en el ámbito nacional. Por gestiones del Club visita Apata en dos oportunidades el entrenador de la Federación Peruana, Aníbal Saco, cuya actuación eleva la calidad técnica de las jugadoras. A ese hecho están ligadas las dos exitosas giras que emprende el cuadro por el Norte de la República, sin otros recursos que los provenientes de sus propias actividades y el aporte personal de buenos apatinos.

La primera de las referidas campañas (1958) comprende: Chosica, Lima, Huaral, Paramonga, Chorrillos y callao, en tanto que la segunda (1959) alcanza a Chosica, Lima, Miraflores, Guacho, Paramonga, Huaraz, todo el Callejón de Huaylas, Chimbote, Trujillo y Chiclín.

El año siguiente cumple una tercera gira por el sur de la República la misma que tiene sus escenarios en Lima, Chincha, Pisco, Ica, Nazca, Miraflores, Callao y Huaral. Figuras rutilantes de estas giras son: Zonia Luz González (Capitana), Cory Ponce, Tula Guardia, Zoila García Martínez, Bertha Martínez, Máxima Villar, Ina Márquez, Enna Fuente, Elsa Flores Peñaloza, Carmen Martínez, Hilda Muñoz, Angélica Quintana, Siria y Delta Carbajal.

En 1961 se realiza el regional de ese año con sedes rotativas en Huancayo, Jauja, Oroya y Apata, dando lugar a competencias que conmueven intensamente el ámbito regional y hacen de Apata por primera y única vez un foco de atracción que congrega a millares de aficionados de todo el valle.

En 1964 el representativo de Apata siempre sobre la base del Club “Viva Cien Años” , concurre al XV Nacional que tiene sede en Cajamarca, en el cual ocupa meritorio lugar imponiéndose a cuatro de sus más calificados rivales, con la inclusión de Lidia Farje Seguil.

El Club culmina su fulgurante trayectoria de 30 años en 1969, cuando contrata los servicios del entrenador Jorge Alva y promueve la participación del seleccionado apatino en el Regional que se realiza en Huancayo.

Al hacer este recuento no puede perderse de vista el aporte de las organizaciones oficiales, como el de personajes simbólicos y de toda la comunidad que, en conjunto, hicieron causa común para tan asombrosos desempeño traducido en una obra espiritual de insospechados alcances.

Entre esas fuerzas, debemos mencionar en el plano oficial a la Federación Peruana de Vóleibol y a sus Presidentes Drs. Marcial Ayaipoma Vidalón y José Pezet Miró Quesada. En la dirigencia de la Liga local fue decisiva la acción de los señores Nemesio Espejo, Jorge Silva Villacorta, Ismael Sagástegui Rodríguez, Carlos García Rojas, Oscar García de las Casas, César Ravines Núñez y Alberto Benza Luján, al igual que la de los señores Nicolás Ojeda Fierro, Julio Velarde Hernando, Pedro Samaniego Meza, Salomón Martínez Chávez y Máximo Jáuregui Neyra, desde la delegación ante la Federación Peruana de Vóleibol.

Valiosas fuerzas de apoyo han constituido también el periodismo, lo mismo que la radio huancaínos.

En otro nivel han sido determinantes el amparo permanente que prestó al Club el Sr. Nicolás Ojeda Fierro, quien fuera su Presidente Honorario Protector y la participación de las colonias apatinas en Lima, La Oroya y Huancayo, además del extraordinario aporte del Sr. Eugenio Mondragón Gonzáles, quien condujo al club a sus máximas realizaciones, llevándolo a alternar en su mejor época con los representativos de Ica, Miraflores, Lima, Trujillo y Huaral.

HONOR AL CLUB “VIVA CIEN AÑOS”
Las glorias conquistadas a través de su larga campaña por esta notable organización han sido celebradas por muchas instituciones y personas, incluyéndose al periodismo regional que constantemente le dedicó sus elogios. Dos muestras de esas manifestaciones que seleccionamos para ilustrar, están representadas por la canción que compuso el “Trío Jauja” conformado por Amador Abregoú, Nicolás Martínez y Yolanda León que estrenó la misma en oportunidad de las fiestas patronales del Distrito del año 1977; y por la composición poética que le fue dedicada por los estudiantes: Alberto Ricse Villar, Raúl Casallo Acevedo y Rogelio Oré López del Colegio Nacional Mixto “Libertador Ramón Castilla” de Apata.

“VIVA CIEN AÑOS”(Canción)
En los fulgores del treintiocho
nace en Apata un gran equipo
“Viva Cien Años” ese es su nombre
El cielo azul es nuestro Valle
vio en su horizonte nuevas estrellas
que deslumbraban cuando jugaban
Sus triunfos dieron grandeza a Apata
ante las nieves del Huascarán
haciendo historia en Cajamarca,
Trujillo, Chincha, Huaral y Lima.
Recordando a las fundadoras
orgullo del deporte apatino
y a las cautivadoras flores
sus jugadoras, perla escondida
Con Zonia Luz de Capitana
Tula, Cory, Elsa y Bertha,
Máxima, Carmen, Hilda, Ñita
y Zoilita, las Campeonas.

“Viva Cien Años” es el baluarte
que simboliza la nobleza
con aguerridas jugadoras
ejemplo de gloria y proeza.

“VIVA CIEN AÑOS” (Poesía)
Viva Cien Años
grata y querida insignia
que en el cielo de Apata
un día apareció
como lema
del gran club
que por los campos del Perú
sus triunfadores colores
dignamente paseó.

De Apata a Jauja,
Huancayo, Oroya y Tarma
llevó victorioso
el celeste color
que con orgullo luego lució
en Chanchamayo, Lima,
Chosica y Miraflores,
como en Huacho, Huaral
y Paramonga,
al igual que en Callao
y Bellavista.

Prosiguió su marcha triunfante
a lo largo del grandioso
Callejón de Huaylas
mereciendo el homenaje
reverente del Huandoy y el Huascarán
a su paso hacia a Huallanca,
Chimbote, Trujillo y Chiclín.
Fueron también
escenarios acogedores
de sus acciones brillantes:
Ica, Chincha, Pisco,
Oxapampa, Satipo,
Cerro de Pasco, Yauli, Morococha
y Huarón.

En las justas nacionales y regionales,
al lado de los grandes,
en Tarma, Huancayo,
Lima y Cajamarca
los colores oficiales
de Jauja
defendió
de Apata el nombre grabando
en la historia deportiva del Perú.

Apata en la Guerra del 79'

Por: Augusto García Cuadrado

TRAYECTORIA DE SU PARTICIPACIÓN


El pueblo de Apata discutía sus problemas locales en la Municipalidad cuando recibió la noticia de la declaración de la guerra, siendo de los primeros en remitir de inmediato una erogación espontánea de trescientos pesos –entonces apreciable suma- para la defensa nacional. Envió sin dilación un batallón con nombre propio a los campos de San Juan y Miraflores, y en Julio de 1882 Apata y Quichuay fueron los únicos del Valle del Mantaro que concurrieron a Concepción, cumpliendo decisivo papel en el asalto al Cuartel chileno acantonado en esa ciudad. En Huamachuco se encontró el 83 luchando codo a codo, con los Batallones de Jauja, Concepción y San Jerónimo(1)

De esa manera sintetiza un notable estudioso de nuestra historia regional la destacada trayectoria patriótica que aportó el pueblo de Apata a la defensa del suelo peruano en el curso de la infausta contienda con el país del Sur, mérito que el General Andrés A. Cáceres reconociera cuando encontrándose al frente de la Presidencia de la Republica en 1888, otorgó significativos ascensos militares a los excombatientes apatinos(2).

Y como lo acredita el Héroe la participación apatina se dejó sentir a todo lo largo de la guerra, teniendo sus principales expresiones en los hechos que a continuación se refieren:

En Junio de 1879, la comunidad amplio su ya referida y espontánea contribución del primer momento, suscribiendo unánimemente Los Bonos del Empréstito Nacional para la Defensa dispuesto por ley del 20 de Mayo de ese año.(3)

Sus hijos incorporados a diferentes batallones, tomaron parte en la Campaña del Sur y en las acciones de San Juan y Miraflores(4). Y, particularmente fue relevante su participación en la Campaña de la Breña, por lo que trataremos acerca de ella en forma más detenida.

LA CAMPAÑA DE LA BREÑA: ¡CONCEPCIÓN!

Recordemos que, declarada la guerra a nuestro país el 5 de Abril de 1879, las primeras acciones bélicas se cumplieron en el mar con resultado adverso para el Perú que vio perdido su poder naval en los combates de Iquique y Angamos.

Esta ventaja permitió al ejército enemigo imponer su dominio en el Sur anotándose sucesivamente a su favor, con la sola alternativa del revés que sufriera en Tarapacá, las victorias de Pisagua, San Francisco, Los Ángeles, El Alto de la Alianza y Arica, que le abrieron la ruta para la ocupación de Lima, que se efectivizaría el 17 de Enero de 1881 como inmediata consecuencia de los desastres de San Juan y Miraflores.

La situación impuesta por la realidad obligó al Dictador Piérola a trasladarse a la ciudad de Jauja, donde permaneció tres meses. Allí, antes de proseguir a Ayacucho, fijada como su próxima sede de gobierno, designó al General Andrés A. Cáceres, que acababa de llegar de Lima, como Jefe Superior Político y Militar de los Departamentos del Centro.

Cáceres que no disponía de fuerza militar alguna para acometer la empresa que se había propuesto de reivindicar la suerte de la Nación, empezó a organizar un nuevo ejército sobre la base de 16 soldados y algunos oficiales ex-combatientes de San Juan y Miraflores que fueron licenciados después de tales acciones. Encontró entre éstos al Teniente Manuel García, de Apata, que había actuado a sus órdenes en Tarapacá y en la Campaña de Lima, a quien ascendió a la clase de Capitán(5).

Como resultado de intensos esfuerzos pudo disponer, luego de dos meses, de un bien constituido ejército de cien hombres con el que hizo frente positivo a las facciones enemigas que ya incursionaban en la zona, obligándolas a retirarse. Este primer éxito le dio el aliento necesario para continuar sus patrióticos afanes con mayores bríos, haciéndose acreedor al respaldo general que le brindó la región cuando con multiplicadas fuerzas marchó en pos de reconquista de la Capital. Infortunadamente, la epidemia de tifus que diezmó sus filas y los acontecimientos políticos internos frustraron sus planes, ya que tuvo que emprender la retirada e internarse a Ayacucho ante la presión del enemigo que se posesionó del Valle del Mantaro, instalando su cuartel general en Huancayo, con destacamentos en Jauja, Concepción, Pucará y Marcavalle. Ocurrían tales hechos en Febrero de 1882.

Tan ingrata realidad trajo días sombríos para los pueblos de la región, los que sin embargo no impidieron que por todas partes surgieran decididas actitudes patrióticas que desconcertaban a los enemigos, como la asumida por el pueblo de Apata que, encabezado por su Gobernador Andrés Avelino Ponce, se negó resueltamente a satisfacer la exigencia de los cupos impuestos por aquellos, haciéndose acreedor a las represalias consiguientes.

El General Cáceres, por su parte, no había descansado. Transcurridos tres meses desde su arribo a Ayacucho, disponía otra vez de nuevos batallones, al frente de los cuales partió en los primeros días de Junio en plan de ataque a las posiciones que ocupaban aquellos en el Valle, acción que estaba prevista para el 9 de Julio.

Destacó para el efecto con anticipación, desde Izcuchaca, dos divisiones: una al mando del Coronel Tafur, por el lado Oeste, que llevaba el encargo de destruir el puente sobre el río Mantaro ubicado en La Oroya; y otra, que tenía por jefe al Coronel Juan Gastó, se dirigió por la banda oriental con la misión de concentrar a los guerrilleros de Comas y Apata, y caer en la fecha fijada sobre el cuartel chileno posesionado en Concepción. Cáceres, con el grueso de sus tropas, embestiría el mismo día frontalmente contra las guarniciones de Marcavalle, Pucará y Huancayo.

Encargado de organizar las fuerzas guerrilleras en Apata era el Gobernador don Andrés Avelino Ponce, quien, contando con la decidida colaboración del Párroco Dr. José Dianderas, que le hiciera entrega de una importante suma de dinero y diez carabinas “Winchester”, agregada a la oportuna asistencia militar del Capitán Manuel García – destacado por Cáceres- pudo muy pronto alistar un compacto cuerpo guerrillero(6).

Llegado el momento, en la tarde del 8 de Julio de 1882 el Gobernador Ponce Palacios asumió el comando del batallón que contaba en sus filas, además del aludido jefe militar, a los siguientes valerosos ciudadanos: Vidal Acevedo, Emilio Barreto, Cipriano Camacachi, Juan Cotera, Antonio Cuadrado, Víctor Cuenca, Juan de Dios Tueros, Juan de la Mata Sanabria, Juan Gave, Lino Huamán, Florentino Izquierdo, Mariano Jesús, Donato Labado, José T. Martínez, Manuel Mercado, Alejandro Palacios, Estanislao Pariona, Francisco Ponce, Justo Ponce, Gabriel Nicanor Ponce, José Quintanilla, Lucas Tenicela, Gerónimo Véliz y otros cuyos nombres sensiblemente no han sido registrados(7).

El grupo enrumbó hacia el pueblo de Chicche, encontrándose allí con el destacamento a órdenes de Gastó y con el contingente comasino dirigido por Jerónimo Huaylinos. En la misma tarde presidió Gastó una Junta de Guerra en el citado lugar, que contó con la asistencia de los jefes guerrilleros, en la cual se aprobó el plan operativo del combate a trabarse al día siguiente(8).

El día 9, muy de madrugada, se encaminaron los patriotas a Santa Rosa de Ocopa, continuando hasta Lastay, donde el Consejo de Guerra presidido por el Coronel Juan Gastó adoptó las providencias convenientes para el ataque de la guarnición chilena constituida por la Segunda Compañía del Batallón “Chacabuco” que disponía de 76 efectivos bajo el comando del Capitán Ignacio Carrera Pinto. El cuadro de combate para el ataque se presentaba así:

a) 32 guerrilleros de Apata comandados por: el Gobernador Andrés Avelino Ponce Palacios, el Párroco Dr. José Dianderas; y el Capitán Manuel García.
b) Los guerrilleros de Comas, bajo el mando de Gerónimo Huaylinos, José Manuel Mercado; y Manuel Concepción Arroyo.
c) 50 soldados de la Columna Libres de Ayacucho y Batalladores de Pucará y América, comandados por el Coronel Juan Gastó; y finalmente,
d) Los guerrilleros de Concepción, cuyo comando contaba con los siguientes jefes:
Coronel Miguel Patiño Castillo
Mayor Rufino Patiño Hurtado
Capitán Arcadio Minaya; y
Capitán Mariano Villasanto.

Eran las 2.30 de la tarde del indicado día y ya la feria dominical empezaba a despejarse, cuando las fuerzas coaligadas de las que formaban parte los cuerpos organizados en Quichuay por don Ambrosio Salazar Márquez y, en el propio lugar de los hechos por el Coronel Miguel Patiño Castillo y otros jefes, iniciaron su atrevido avance. Advertido el movimiento por el jefe chileno, envió éste a Huancayo una comisión en solicitud de apoyo –comisión que nunca llegó a su destino porque una guardia guerrillera apostada en las afueras de la ciudad dio pronta cuenta de sus integrantes- y dispuso la rápida movilización de su tropa que, dividida en piquetes, se desplazó hacia las bocacalles de la plaza con la intención de detener a los atacantes que ingresaban por sus cuatro accesos. Pero era tarde, pues, la “imperiosa arremetida de los apatinos por la calle Real” y de los comasinos por otro de los ángulos, reforzada con el ingreso de la tropa del Coronel Gastó, obligaron a los sorprendidos ocupantes a replegarse en su cuartel y sostener duro y prolongado combate con los guerrilleros que crecientemente iban ganado terreno, hasta que desesperados por la ausencia del apoyo que en vano aguardaban, apelaron al pérfido recurso de izar banderas blancas, fingiendo rendición, para luego sorprender son vileza a los burlados parlamentarios patriotas(9).

La refriega continuó, durante toda la noche con ventaja cada vez más acentuada para los peruanos y terminó con la rendición efectiva de los chilenos a las 8:30 de la mañana del día 10, habiendo inmolado su vida en ella el jefe apatino don Andrés Avelino Ponce en circunstancias en que, en temeraria actitud, forcejeaba para arrebatar el arma a un enemigo, sucumbiendo con él los combatientes Juan de la Mata Sanabria y Cipriano Camacachi que lo acompañaban. Este último cayó fulminado por una bala contraria cuando encaramado sobre el techo del cuartel chileno rociaba kerosene y prendía el fuego causante del incendio que decidiría la rendición de sus precarios defensores.

Producida ésta, el Consejo de Guerra de los patriotas decidió el inmediato fusilamiento de los sobrevivientes. Sólo dejó de correr tal suerte un soldado adolescente, casi un niño – de apellido Arenaza- cuya tierna expresión conmovió al Capitán Manuel García, quien interpuso su mediación en favor del prisionero, conduciéndolo luego a la grupa de su caballo a Apata, donde vivió por algún tiempo al amparo de sus protector, e incluso contrajo matrimonio, dejando descendencia peruana antes de retornar a su patria a edad madura(10).

EN LAS POSTRIMERÍAS.

Después de la victoriosa jornada de Concepción, el ejército chileno acuartelado en Huancayo, que había sufrido asimismo el contundente golpe que le asestara Cáceres en Marcavalle y Pucará, decidió abandonar la región y el día 10 enrumbó a Jauja, cometiendo en su trayecto todo género de iniquidades que se acentuaron al arribar a Concepción y constatar la suerte que había corrido el batallón “Chacabuco”. Incendiaron la ciudad y fusilaron a cuantos encontraron, no sin antes haber saqueado los establecimientos. No se libraron de sufrir estas consecuencias los pueblos por los que atravesaron, optando finalmente por retornar a Lima.

Cáceres que los perseguía, ingresó a Apata el día 13, donde obtuvo amplia información de los guerrilleros sobrevivientes sobre lo acaecido en Concepción, redactando en esa misma fecha el parte correspondiente que elevó a la superioridad(11).

Meses más tarde, acogiendo el nuevo llamado que hizo desde Tarma el vencedor de Tarapacá, el pueblo de Apata acudió con un batallón de 240 hombres que lo representó en la prolongada campaña que siguió y que culminaría el 10 de Julio de 1883 en Huamachuco con desfavorable resultado para los empeños peruanos.

Finalizada la guerra con el Tratado de Ancón, Cáceres censuró la actitud del Presidente Iglesias, firmante de dicho convenio, y, contando siempre con la adhesión de los guerrilleros apatinos, mantuvo su rebeldía que habría de conducirle al Poder Supremo.

LOS PERSONAJES DE LA GUERRA

ANDRÉS A. CÁCERES

Nació en Ayacucho en 1833, siendo sus padres don Domingo Cáceres y doña Justa Dorregaray.

En 1854 ingresó en el ejército participando a favor de Castilla en Ayacucho, en la revolución contra Echenique.

Intervino también en el sitio de Arequipa contra Vivanco en Enero de 1855, ascendiendo a Capitán, en cuyo episodio resultó herido de un ojo.

Tomó parte en el conflicto con el Ecuador que se produjo ésa época, y fue nombrado adjunto militar de la Delegación Peruana en París, ascendiendo a su retorno a Sargento Mayor del Batallón “Pichincha”.

Obtuvo el grado de Teniente Coronel durante el período de Manuel Prado y fue Segundo Jefe del Batallón Zepita, destacándosele más tarde a Chanchamayo con la clase de Coronel. Poco después fue nombrado Prefecto del Cusco.

Las acciones en las que su nombre destaca por sobre muchos otros, son las que reseñan su participación en la Guerra del Pacifico, donde destinado a la Segunda División del ejército, intervino en las batallas de San Francisco y Tarapacá, destacándose como excelente estratega. Combatió así mismo en El Alto de la Alianza, al igual que en San Juan y Miraflores.

Nombrado por Piérola Jefe Político y Militar del Centro, desplegó una intensa acción de fustigamiento contra las fuerzas de ocupación, a las que derrotó en Marcavalle, Pucará y Concepción. Fue vencido en Huamachuco, pero burló la persecución enemiga y continuó ofreciendo tenaz resistencia a los invasores mientras éstos se mantuvieron dentro del territorio.

Enemigo declarado de Iglesias, se rebeló contra éste derrocándolo luego de un primer frustrado intento. Asumió la Presidencia de la República en dos oportunidades(12).

ANDRÉS AVELINO PONCE

Héroe de la acción de armas del 9 de Julio de 1882, nació en San Lorenzo y muy pronto fue trasladado a Apata, donde pasó su niñez y asentó permanente residencia. Formó allí hogar con doña Bibiana Martínez, con quien tuvo a sus hijos Simón, Saturno, Reinaldo y Antonio, llegando a ser uno de los más notables comerciantes de la localidad, donde ejerció cargos públicos y acciones a favor de su progreso, siendo querido y respetado. Cuando el ejército invasor se posesionó del Valle del Mantaro en Febrero de 1882, Ponce Palacios desempeñaba el cargo de Gobernador en el lugar y en tal condición se le exigió la entrega de elevados cupos que se había fijado a la ciudadanía del Distrito y que él se negó a satisfacer. Tal hecho motivó que el jefe chileno de la circunscripción ordenara su fusilamiento, cuya disposición no pudo se cumplida por haber burlado aquél la persecución. En represalia, fue incendiado su establecimiento y saqueada la población que sufrió los rigores del incendio, originando este hecho el fallecimiento de su esposa.

Algún tiempo después contrajo nuevas nupcias con doña Jacoba Martínez Flores, procreando a su último hijo, Jesús.

Llamado por el General Cáceres para participar en las acciones de la resistencia, se integró a la lucha organizando el batallón guerrillero que concurrió al asalto del cuartel chileno instalado en Concepción, en el cual se comportó valerosamente, recibiendo una mortal herida de bala que le quitó la vida. Se le enterró con honores al día siguiente en Apata(13) y hoy reposan sus restos en el cementerio de Ocopa.

MAYOR MANUEL GARCÍA

Nació en Apata el 24 de Junio de 1850 y realizó sus primeros estudios en la escuela municipal de su pueblo, continuándolos en Lima en el Colegio Nacional de Guadalupe. Siendo alumno de éste acudió voluntariamente al Combate del 2 de Mayo de 1866 en el Callao, y enrolado en las filas del ejército prestó servicios en diferentes cuerpos y regiones. Llegada la guerra del 79 asistió con el grado de Teniente a las Batallas de Tarapacá, San Juan y Miraflores, resultando gravemente herido en la última, al extremo que se le registró como fallecido. Restablecida sus salud en su tierra natal y acogiendo el llamado que hizo el General Cáceres para organizar la resistencia se incorporó a las filas del Ejército del Centro y fue ascendido en pleno proceso de la Campaña a la clase de Capitán.

Amplio conocedor del ambiente de la región, como era, fue destacado por su jefe para colaborar, en su condición de militar, en la organización de las fuerzas guerrilleras de la zona y en cumplimiento de esa misión prestó decidido apoyo al gobernador y jefe guerrillero apatino don Andrés Avelino Ponce, con quien participó en la patriótica acción de armas de Concepción, manteniéndose en actividad durante el resto de la Campaña.

Fue por eso que un año después estuvo presente en la Batalla de Huamachuco y continuó acompañado de sus luchas subsiguientes al General Cáceres, al frente de los guerrilleros apatinos.

Ascendiendo posteriormente a Sargento Mayor de Infantería, y ya retirado de las filas militares, volvió a radicarse en Apata, donde contrajo matrimonio con doña Maria Natividad de las Casas, de San Lorenzo, en quien tuvo a sus hijos Zoila Natalia, Sara Petronila, Manuel Oscar, Manuel Leopoldo y Manuel Heraclio.

Intervino después en política como miembro del Partido Constitucional, siempre leal a su antiguo jefe, con quien mantuvo constante relación de amistad. En el Distrito desempeño diversos cargos públicos, falleciendo el 18 de Noviembre de 1918.

Sus restos reposan bajo un altar que se han erigido a su memoria en la Iglesia Matriz del pueblo, y una alameda en el sector de La Unión lleva su nombre.

LUCAS TENICELA

Es un personajes que en la mente popular apatina ha adquirido perfil de leyenda y se le evoca con el sobrenombre de “El Huaca Voladora” o “El Correo de Cáceres”. La gente imaginaba en él a un hombre de mediana estatura cubierto con poncho y bufanda de lana, dando saltos gigantescos con su caballo, entre cerro y cerro, ayudado por su poderosos abrigo que se desplegaba en el aire como las de murciélago, mientras un tirante que desde el hombro le cruzaba el pecho sostenía el “hualqui”(14) en el que portaba la valiosa correspondencia.

Se ha puesto en duda desde luego su existencia. Pero de ella nos saca el propio Héroe de la Breña, cuando en uno de sus mensajes dirigidos desde Huancayo al Comandante guerrillero apatino le dice: “todas tus comunicaciones traídas a este despacho por Tenicela –y los apatinos saben que se trata de Lucas- han sido contestados”(15).

Se refiere de él que era un joven campesino que ayudaba a sus padres en las faenas de la agricultura. Había asistido a la escuela municipal del lugar, donde aprendió a leer y a desenvolverse socialmente, revelando aguda inteligencia, sagacidad y sobre todo lealtad hacia sus compañeros, quienes por alguna razón particular lo llamaban cariñosamente “El Huaca”.

Inclinado a la aventura, le seducían los viajes de los arrieros, entonces en boga, y se apegó a ellos acompañándolos en muchas ocasiones. Esa experiencia le dio oportunidad para conocer otros lugares, convertirse en hábil jinete y enfrentar riesgos, desarrollando sus cualidades de valor personal y de confianza en sí mismo.

Cuando sobrevino la guerra y la Patria llamó a sus hijos para defenderla, Lucas, que sólo contaba con diecisiete años, concurrió a San Juan y Miraflores, y a su retorno, iniciada la resistencia, se puso a órdenes del Comando guerrillero apatino que en mérito a sus especiales cualidades le encomendó la delicada misión de mensajero para mantener el contacto con el Jefe de la Campaña, cometido que cumplió con verdadero patriotismo y sentido de responsabilidad, causando asombro la extraordinaria celeridad con que lo hacía y que dio lugar a que la población lo expresara agregando a su primer apelativo el de “Volador”, pues, tan pronto estaba en Huancayo, Jauja, Comas u otro lejano lugar que urgía visitar, sin que nunca lo sorprendiera el enemigo.

Fue uno de los integrantes del batallón guerrillero apatino que participó en el asalto de Concepción y como tal se hizo merecedor al reconocimiento que en 1888 expresó el General Cáceres en nombre de la Patria a los beneméritos sobrevivientes de la Breña.

Poco se sabe de su trayectoria posterior, pero a través de uno de sus hijos – Jacinto Tenicela- ha dejado dispersa descendencia.

Explica Juan José Vega en su Serie “Peruanismos”, que en el quechua primitivo el término “guaca” tenía la significación de Dios y que, según Garcilaso, se aplicaba también a todas las rarezas y prodigios, a las cosas que “salen de sus curso natural” (16).

La hazaña de Tenicela debió pues asombrar de tal manera al pueblo que no encontró otra manera de reconocerla sino a través de esa reforzada y significativa “chapa” con que lo bautizó.

ANEXOS
CONTRIBUCIÓN AL EMPRÉSTITO NACIONAL

A.- Junta Administradora y de Vigilancia de la emisión fiscal.- Recibo Provisional N° 5230

La comunidad de Apata ha suscrito el Empréstito Nacional autorizado por Ley del 20 de Mayo de 1879 la suma de cincuenta soles en moneda corriente a cuanta de la cual ha entregado el íntegro o sea cuarenta.
Este recibo provisional será canjeado por un bono definitivo.

Apata, Junio 30 de 1879
(Fdo.) Máximo Tafur; Juan N. García; Augusto Pellegrín Quiroz; Pedro F. Reyes.

B.- Junta Administradora y de Vigilancia de la Emisión Fiscal.- Recibo Provisional N° 5220

Dn. Gregorio Collazos ha suscrito al Empréstito Nacional autorizado por Ley del 20 de Mayo de 1879 la suma de doce soles cincuenta centavos en moneda corriente a cuenta de la cual ha entregado el íntegro o sea diez.

Este recibo provisional será canjeado por un bono definitivo.

Apata, Junio 30 de 1879
(Fdo.) Máximo Tafur; Juan N. García; Augusto Pellegrín Quiroz; Pedro F. Reyes.

PARTE DEL GENERAL CÁCERES SOBRE LAS ACCIONES DEL 9 DE JULIO DE 1882

(Transcrito de la obra “Historia de la Campaña de la Breña” de Eduardo Mendoza Meléndez)

“Jefatura Superior, Política Militar
de los Departamentos del Centro”.
Apata, Julio 13 de 1882

Señor:

Se impondrá V. S. Por el parte que debe habérsele transcrito, de la cobarde retirada del ejército chileno por consecuencia del ataque que emprendí en Marcavalle y Pucará, lugares donde fue completamente batido y donde dejó gran número de muertos, vestuario, etc. y otros artículos de guerra.

Sucesivamente he ido ocupando hasta este punto y me propongo marchar hasta Jauja, de donde ha salido el enemigo en la madrugada de hoy en la más espantosa y precipitada fuga.

Creo inútil decir a V. S. Que los chilenos en su tránsito han cometido los crímenes más horrendos. En Concepción nuestra fuerza no dejo escapara ni uno solo de la guarnición; han saqueado toda la población, incendiándola más tarde y fusilando ancianos, mujeres, niños y cuantos en una palabra se presentaban a su vista por casualidad. Haré notar a V. S. que en este desenfreno no se ha respetado nada, ni los escudos y pabellones extranjeros que se hallaban en las casas y tiendas neutrales. El respetable médico francés doctor Luis Journés, ha sido gravemente maltratado a culatazos y saqueada su casa. Los señores Schoff y Kirchner (alemanes), Guiolfo (italiano) y otros españoles han sido saqueados y quemados sus establecimientos. En fin no hay crímenes que no s hayan cometido; y esto es natural desde que el crimen es compañero inseparable de los cobardes.

No disponiendo de más tiempo, y esperando comunicarle en breve nuevos acontecimientos que como los anteriores constituirán la base de nuestra reparación,

Dios guarde a V. S.
(Fdo.) Andrés A. Cáceres.



CÁCERES Y LOS GUERRILLEROS DE APATA

“Jefatura Superior Política y Militar de los Departamentos del Centro”

“Huancayo, Junio 16 de 1884.- Al Comandante y Capitán de las Guerrillas de Santa María de Iscos (Apata).- enterado de su oficio del 11 de los corrientes debo decirle: que existe de parte nuestra la mayor vigilancia respecto de los movimientos de los enemigos; así es que no hay temor de sorpresa. Me complace que los guerrilleros de esa localidad dando un testimonio más de lealtad a la causa nacional y de su verdadero patriotismo, se mantegan listos para cumplir mis órdenes, procurando organizarse en el mayor orden y del mejor modo posible. El guerrillero Froilán Pérez fue puesto en libertad.- Dios guarde a Ud. (Fdo.) A. Cáceres”.

“Jefatura Superior Política y Militar de los Departamentos del Centro”

“Huancayo, Junio 17 de 1884.- Al Comandante y Capitán de las Guerrillas de Santa María de Iscos (Apata).- Enterado de todo lo que contiene su oficio de ayer, me es satisfactorio asegurarle: mi profunda complacencia por el estado de orden y organización en que se mantiene, esperando listos para movilizarse al Campamento que se les designe.- Como los chilenos, aguardan la orden de su gobierno para desocupar definitivamente nuestro territorio, lo que se verificará dentro de breves días; conviene por ahora mantener tan sólo una actitud de mera expectativa, observando todos sus movimientos con la mayor sagacidad y prudencia.- Una vez que ellos se retiren, nosotros avanzamos hasta Lima, con el propósito de castigar a los traidores que han humillado y vendido una parte de nuestro territorio al enemigo común; con cuyo fin Uds. Deben permanecer siempre listos para acudir presurosos a mi llamamiento.- todas sus comunicaciones traídas a este Despacho por Tenicela han sido contestadas.- Dios Guarde a Ud.- (Fdo.) A. Cáceres”.


“Subprefectura y Comandancia Militar de la Provincia de Jauja”

Concepción, Julio 3 de 1884.- Sr. Comandante de las Guerrillas de Apata: Acabo de recibir comunicación de S. E. El Gral. Cáceres en que nos participa por qué se fusila a Laymes, Vilches, Santiesteban y Briceño el día de hoy en la ciudad de Huancayo.- este hecho que no debe alarmar a los hombres de buen proceder y de rectitud de moralidad notorias, es por demás significativo y de ejemplo ejemplarizador.- Los hombres que como Ud. Y los que están a sus órdenes no han tenido y no tienen más consigna que la salvaguarda del honor Nacional: los que día a día vienen sacrificándose por el enaltecimiento de los deberes patrios; los que jamás han bajado su cerviz, ni ante el peligro ni ante la humillación obligada, deben comprender que sólo continuando con el cumplimiento de esos deberes sagrados dejarán consolidados el orden en el país y el imperio de la ley; que son las únicas bases de la felicidad de la Nación.- S. E. el Gral. Cáceres cuyos nobles y patrióticos sentimientos interpreto por el presente oficio; estoy seguro que otorgará como otorga, garantías de todo género a los buenos patriotas que secunden sus miras con lealtad, y sean como él baluartes en la defensa de las instituciones patrias. Gran placer será por cierto para S. E. confirmar que encontrará en Ud. y los que lo siguen, a los ejecutores de su civismo y puros anhelos.- En cuanto a mí prometo bajo mi palabra de orden y patriotismo jamás desmentidos que seré leal siempre al buen amigo y recto mandatario.- Comunique Ud. el tenor de ésta junto con la circular solemne que le remito, a los amigos y subalternos a fin de que ellos tengan el convencimiento de que en todo caso el culpable será castigado, como el patriota y buen ciudadano profusamente premiado.- Dios guarde a Ud. – (Fdo.) J. M. Frías”.


HONOR AL MERITO: CLASES MILITARES

“ANDRÉS A. CÁCERES, Presidente Constitucional de la República: Atendiendo.- Al mérito y aptitudes del ciudadano don José T. Martínez; he venido en conferirle la clase de Subteniente del batallón “Concepción” de Guardia Nacional. Por tanto: Ordeno y mando le hayan y reconozcan por tal, guardándole y haciéndole guardar todas las distinciones y preeminencias que le corresponden, para lo cual le expido el presente Despacho, firmado de mi mano, sellado con el sello de la República y refrendado por el Ministerio de Estado en el Despacho de Guerra y Marina.- Dado en la Casa de Gobierno en Lima a dieciséis de Mayo de mil ochocientos ochenta y ocho.- (Fdo.) Andrés A. Cáceres.- E. Mujica.- Un escudo.- S. E. el Presidente expide Despacho de Subteniente de Infantería de Guardia Nacional a favor del ciudadano Dn. José Martínez.- Lima 23 de Julio de 1888.- Tómese razón en la Sección del Personal.- (Fdo.) Alzamora”.

“ANDRÉS A. CÁCERES, Presidente Constitucional de la República: Atendiendo.- Al mérito y aptitudes del ciudadano D. Manuel García; ha venido en conferirle la clase de Sargento Mayor Tercer Jefe del Batallón “Concepción” de Guardia Nacional.- Por tanto: Ordeno y mando le hayan y reconozcan por tal, guardándole y haciéndole guardar todas las distinciones y preeminencias que le corresponden, para lo cual le expido el presente Despacho, firmando de mi mano, sellando con el sello de la República y refrendado por el Ministerio de Estado en el Despacho de Guerra y Marina.- Dado en la Casa de Gobierno en Lima a dieciséis de Mayo de mil ochocientos ochenta y ocho.- (Fdo.) Andrés A. Cáceres.- E. Mujica.- Un escudo: República peruana.- S. E. el Presidente expide Despacho de Sargento Mayor de Infantería de Guardia Nacional, a favor del ciudadano Manuel García.- Lima 23 de Julio de 1888.- Tómese razón en la Sección del Personal.- (Fdo.) Alzamora”.


RECONOCIMIENTO DE ACCIONES

“General Andrés A. Cáceres.- Secretaría.- Lima, Enero 23 de 1904.- Señor Manuel García.- Apata.- Estimado amigo: he recibido su apreciable de fecha 4 del que cursa, de cuyo contenido he quedado impuesto, siéndome grato decirle que, no crea haya olvidado los buenos servicios que tiene Ud. prestados a la Patria, durante el período de la Guerra Nacional y la Campaña del Centro, hasta su concurrencia en la Batalla de Huamachuco... En cuanto al reconocimiento de su clase militar se halla pendiente ante el Congreso un proyecto encaminado a ese fin... Crea Ud. que nadie como yo tiene interés en este asunto , tanto por mis amigos, cuanto porque estimo el reconocimiento de esas clases militares como un acto de justicia a favor de los que como Ud. tienen méritos contraídos. Así pues que llegando el caso no omitiré esfuerzos para conseguir el éxito que deseo... Sin otro particular acepte el aprecio de su affmo. General, amigo y atto. S. S. (Fdo.) Andrés A. Cáceres”.


EN MEMORIA DEL HÉROE
La tumba del héroe apatino en el
Cementerio de Ocopa registra en
Simbólica lápida el siguiente epitafio:

ANDRÉS AVELINO PONCE
Por defender su Patria
En el Combate de Concepción
Murió el 9 de Julio de 1882.

___________________

(1) Ponce Hernán, La Voz de Huancayo, “Apata, Rincón de Paz”, 6-1-1957

(2) Cáceres Andrés A., Despachos militares.

(3) Ponce Hernán, op. cit.

(4) Despachos extendidos por la Presidencia de la República, Ministerio de Guerra, Lima, 23-7-1888. García C. “Apata Campaña de la Breña”, 1982, Huancayo.

(5) Estas referencias han sido proporcionadas por los hijos del militar apatino, Zoila, Sara y Heraclio, y coinciden con las fuentes oficiales anteriormente citadas y la subsiguiente actuación que cumplirá aquél en el curso de la Campaña.

(6) Ponce Sánchez, Jesús. “El Asalto de Concepción”. Huancayo 1959.

(7) Id.

(8) Manrique Nelson, “Las Guerrillas Indígenas en la Guerra con Chile”, Lima, 1981.

(9) Manrique Nelson, op. cit.

(10) Ponce Sánchez, op. cit.

(11) Cáceres. Parte sobre las acciones del 9 de Julio, “Apata en la Campaña de la Breña” A. García Cuadrado, 1982

(12) “Campaña de la Breña” (1882 – 1982). Edic. del Ministerio de Industrias, Turismo e Integración, 1982, Huancayo.

(13) Ponce Jesús, op. cit.

(14) Valija de cuero sin curtir.

(15) Oficio de Cáceres, Huancayo, 17-6-84, Anexos.

(16) Vega Juan José, Peruanismos, “Huaca”, La República, Suplemento, Lima 28-11-82.

viernes, 3 de agosto de 2007

Fundación de Apata

Por: Augusto García Cuadrado

ANTECEDENTES.- Hemos visto en el capítulo precedente que a la llegada de los españoles al Valle del Mantaro, Apata se encontraba integrando la Confederación Huanca como una de las llactas pertenecientes a la parcialidad de Hurin –Huanca con capital en San Jerónimo de Tunán. Como para entonces la jerarquía religiosa de Apata había alcanzado importancia en su área, los Franciscanos aprovechando de esa situación establecieron en 1540 la sede de la Doctrina de Nuestra Señora de la Natividad de Apata(1).

-La Fundación.- El obstáculo que entonces se presentaba para los fines de evangelización de la masa indígena, era la distancia que separaba unas moradas de otras, la que, unida a su dispersión, dio lugar para que en 1562 el Gobernador de la Colonia Lic. Lope García de Castro emprendiera una masiva fundación de pueblos destinada a concentrar a la población nativa en grupos compactos (reducciones). Años más tarde, el Virrey Toledo continuó dicha tarea, con un mejor sentido de organización.

Para la fundación de pueblos en el Valle del Mantaro, comisionó a don Jerónimo de Silva, quien el 1ro. de Junio de 1572 fundó Huancayo. Según el historiador Espinoza Soriano (2) en dicho año también fue fundado Apata. No ha sido posible precisar la fecha exacta de esa acción por carecerse de acta que sólo estaba reservada para ciudades de españoles.

De acuerdo a las normas establecidas para el caso, se hizo el trazado de las calles y manzanas, reservándose las áreas correspondientes para la plaza mayor, la Iglesia y tierras para uso comunal. En el reparto de solares se dio preferencia, como lo había dispuesto Felipe II, a los miembros de la nobleza huanca, disfrutando de igual privilegio algunas familias españolas. Una ceremonia religiosa y la consiguiente asignación de funciones de autoridad habrían sido obligados complementos del acontecimiento.

TRAYECTORIA GEOGRAFICA

Al imponer la Conquista el régimen político y económico de las “encomiendas”, la llacta de Apata –antigua comprensión de Hurin Huanca- empieza a adquirir categoría colonial como Doctrina religiosa. Su radio de acción esta determinado por el avance de la dominación española y por el plan de evangelización que marcha paralelamente.

En 1572 Jerónimo Silva le da forma al pueblo organizado, y ello da mayor sustento a la acción religiosa que se va afianzando constantemente, y crece aún más con la erección de la Iglesia que probablemente quedó expedita para el año 1600. Un cuadro que se conserva en ella registra la fecha: 1616.

Durante aquellos años del Virreinato la administración política guardaba íntima vinculación con la organización eclesiástica. Así, dividido el territorio en grandes sectores representados por los Obispados, los Corregimientos, creados en 1549 en sustitución de las encomiendas, se encontraban subordinados a aquellos. En el caso específico de la Parroquia de Apata –categoría político religiosa- constituía comprensión del Corregimiento de Jauja que a su vez dependía del Arzobispado de Lima.

Cuando en 1770, después de haber ascendido en 1672 a la condición de Guardianía y permaneció dos siglos bajo la tutela franciscana, la Doctrina de Apata se erige en parroquia autónoma con su primer cura don Manuel de Villalta y Concha, se anexan a su jurisdicción los pueblos de Matahuasi, Huamalí y Uchubamba, con sus amplias comprensiones, que por mucho tiempo continuarían conformando esa unidad.

Dividido posteriormente el territorio del Virreinato (1784) en Intendencias y éstas en Partidos, la Intendencia de Tarma incorpora a su jurisdicción al Partido de Jauja, uno de cuyos catorce curatos, era el de Apata.

La imagen descrita de la geografía colonial no sufre mayor cambio hasta que proclamada la Independencia San Martín crea los Departamentos de La Costa, Trujillo, Huaylas y Tarma, dependiendo de este último el Partido de Jauja con sus correspondientes parroquias y curatos. Fusionadas luego en Huaylas y Tarma para formar el departamento de Huánuco, se desprende de éste Junín que asimila a su área a la provincia de Jauja(3).

En marcha la República, la Constitución de 1823 determina la división del territorio en: departamentos, provincias, distritos y parroquias, ratificándose la jerarquía político-religiosa de Apata que perdura hasta el 16 de Noviembre de 1864, en que por disposición de la ley que crea en esa fecha la provincia de Huancayo, la antigua parroquia de la Natividad de Apata pasa a ser distrito de la provincia de Jauja, conservando la misma jurisdicción que abarcaba en la colonia.

Con anterioridad, la ley del 2 de Enero de 1857 había incluido a Apata entre los lugares que debían ser sedes de municipios, sin que ello le diera jerarquía distrital que, según queda establecido, sólo alcanzó en 1864.

Se ha incurrido a menudo en el error de considerara que la creación del Distrito tiene su origen en la Ley del 2 de Enero de 1857. Tal referencia aparece en muchos estudios serios, como es el caso de “Facetas de Jauja” de Clodoaldo A. Espinosa Bravo, y numerosos ensayos monográficos. Así lo consigna incluso en su índice el “Boletín de Demarcación Territorial del Perú” del que es autor Justino N. Tarazona, y hasta hay distritos que han fijado la referida fecha como día de su aniversario de creación política.

Lo real es que la Ley del 2 de Enero de 1857(4), a la que se apela como fuente de información, no crea distrito alguno, sino simplemente determina los lugares donde deberán funcionar los primeros municipios republicanos de conformidad con la Ley Orgánica de esa materia aprobada el 29 de Noviembre de 1856 que dispone que dichos cuerpos “funcionarán en las capitales de distrito y en los lugares que aunque no sean tales cuenten con más de mil habitantes”, y este era el caso de muchos pueblos, entre ellos Apata, a los que se dio la oportunidad de tener municipios, no porque fueran capitales de distrito, sino porque tenían un población mayor de mil habitantes.

En cambio es indiscutible que la Ley del 16 de Noviembre de 1864 que creó la provincia de Huancayo, sí elevó a la Parroquia de Apata (que entonces se consideraba como jurisdicción política de acuerdo con la Constitución del 12 de Noviembre de 1823 –Art. 70) a la jerarquía de distrito.

LEY QUE CREA EL DISTRITO DE APATA

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA PERUANA

Considerando:

Que la Provincia de Jauja por su extensión territorial y por el número a que asciende su población, tiene no sólo dos juzgados de Primera Instancia establecidos el uno en la capital y el otro en la ciudad de Huancayo, sino también tres Municipalidades independientes entre sí; y atendiendo a que su régimen administrativo debe ponerse en armonía con el judicial y municipal, para que los pueblos que lo componen, gocen de todos los beneficios consiguientes a la inmediata vigilancia de las autoridades.

Ha dado la ley siguiente:

Art. 1°.- LA Provincia de Jauja se divide en dos Provincias: la primera conservará la denominación de Provincia de Jauja y la segunda tendrá el nombre de Huancayo; la Provincia de Jauja se compondrá de los Distritos de Jauja, Huaripampa, Apata, Concepción, Comas, Mito, Sincos y Orcotuna, que antes eran las parroquias que conformaban los antiguos Distritos de Jauja, Concepción y Mito y que pasan a ser Distritos en mérito de esta ley. La Provincia de Huancayo, se compondrá de los Distritos de Huancayo, Sapallanga, Pariahuanca, Chupaca, Sicaya, Chongos, Colca y San Jerónimo, que antes eran las parroquias que formaban los Distritos de Huancayo, Chupaca y parte de Concepción y que pasan también ser Distritos en mérito de la presente Ley; las capitales de las Provincias de Jauja y Huancayo serán las ciudades de estos nombres; y las de sus respectivos Distritos, lo serán los que dan nombre al Distrito, ciudades, villas o pueblos.

Art. 2°.- La hacienda Pachacayo que hoy corresponde en parte a la Provincia de Jauja y en Parte a la Provincia de Tarma, corresponderá íntegramente en adelante, a la Provincia de Jauja; y los límites entre ésta y la de Tarma, los constituirán los linderos que separan a la mencionada hacienda del pueblo de Chacapalca. La hacienda Pachacayo formará parte del Distrito de Huaripampa.

Comuníquese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento.

Dada en la sala del Congreso, en Lima, a 15 de Noviembre de 1864.

Ramón Castilla, Presidente del Senado.- José Rufino Echenique, Presidente de la Cámara de Diputados.- Francisco Chávez, Senador Secretario.- Pablo A. Arnao, Diputado Secretario.

Al Presidente de la República

Lima, a 16 de Noviembre de 1864

Cúmplase, comuníquese y publíquese.-Rúbrica de S. E. – Sánchez.

Lima, a 16 de Noviembre de 1864.

El extenso distrito, que durante tres siglos y medio había ejercido papel rector en una vasta zona del Valle comienza a ver mermada su integridad en 1893 cuando por ley del 23 de Octubre de ese año, modificada el 25 de Octubre de 1896, emerge de su seno el Distrito de Matahuasi seguido por Huamalí (Dic. 4 de 1911) y el Mantaro (Nov. 24 de 1920) que incluye a San Lorenzo. Este a su turno alcanza igual categoría el 21 de Octubre de 1942. Para entonces, sus anexos en Curimarca, Conopa y Uchubamba habían pasado ya a incrementar otras circunscripciones distritales.

La jurisdicción actual de Apata, con sus anexos y barrios ya mencionados, ha llegado casi a su límite. En lo eclesiástico conserva todavía un rango director reflejado en el área de influencia que le está asignada, ocurriendo igual cosas en los aspectos policial y crediticio.

La trayectoria geográfica apatina delineada guarda paralelismo con el rumbo de su misión histórica. Surge como núcleo político religioso en 1540, y se desenvuelve al compás de la conquista afirmándose como centro de dominación durante todo el curso de la colonia, para lo cual cuenta con una clase dirigente que desempeña fielmente su papel.

El advenimiento de la República encuentra en cambio desprevenida e incapacitada a la dirigencia patriótica local para hacer frente a la nueva situación orientando el rumbo del pueblo hacia determinadas miras. Insensibilizada para ello, heredera de patentes privilegios e investida de poder, deviene nueva clase dominante y prolonga en la práctica durante la República la subsistencia del régimen colonial, con sus signos de imposición, intolerancia religiosa y centralismo que impulsan a los sectores dependientes a conquistar su autonomía que, uno a uno, van lográndola con la consecuente merma de su categoría y prestigio.

El sentimiento separatista originado por el centralismo, que ha sido la causa determinante de la desmembración reseñada, no se ha diluido todavía, y hace algunos años tuvo su manifestación en los proyectos anunciados por los anexos de Chicche y La Nueva Esperanza proclamando la necesidad de erigirse en sedes de nuevos distritos. Sin embargo, la política integracionista que viene alentándose en la actualidad, con las mayores perspectivas que se derivarían de una acción solidaria de los pueblos, podría disuadir a aquellos de sus primitivas intenciones.
________________________

(1) Berroa, Historia Eclesiástica del Departamento de Huanuco.

(2) Espinoza Soriano, conferencia citada.

(3) Tarazona Justino, Demarcación territorial.

(4) “Ley de Creación de Municipalidades”.

miércoles, 25 de julio de 2007

Apata Presente en el Asalto de Concepción

Diario La Razón, Domingo 3 de Junio del 2007


Jesús Ponce Sánchez

Historiador peruano (*)

*El autor de esta nota es el historiador Jesús Ponce Sánchez, hijo del pueblo de Concepción, donde los patriotas ejecutaron el asalto del mismo nombre contra los invasores chilenos. Es autor del libro "El asalto de Concepción" y de otros 12 textos sobre las acciones del Ejército de la Breña, entre los que se incluye el de "Los pueblos de la sierra central durante la Guerra con Chile", que obtuvo el primer puesto en el concurso nacional de historia organizado por el Ejército Peruano en 1977 y que se encuentra inédito. (NdeR).

El 9 y 10 de julio de 1882, un contingente de 500 soldados y guerrilleros al mando del coronel Juan Gastó Valderrama ejecutó el glorioso "Asalto de Concepción" contra los invasores chilenos.

Por la trascendencia militar, política y social que encierra dicho acontecimiento se ha convertido en el episodio más sobresaliente de la Campaña de la Breña, organizada y ejecutada por el general Andrés Avelino Cáceres.

En esos días, el ejército chileno, a órdenes del coronel Estanislao del Canto, se había posesionado del Valle del Mantaro, con guarniciones en Cerro de Pasco, Tarma, La Oroya, Jauja, Concepción, Sapallanga, Pucará y Marcavalle, y su estado mayor establecido en Huancayo.

Las tropas chilenas durante su permanencia en la región, de enero a julio de 1882, cometieron crímenes y abusos incalificables contra los pobladores, que originaron el rechazo de los moradores y el apoyo al general Cáceres en sus acciones y enfrentamientos contra los invasores.

En Concepción se hallaba acantonada la IV compañía del batallón Chacabuco, integrada por 77 efectivos, al mando del capitán Ignacio Carrera Pinto, secundado por el teniente Arturo Pérez Canto y los subtenientes Luis Cruz Martínez y Julio Montt Salamanca, quienes por informes de su servicio de inteligencia sabían que en cumplimiento del plan estratégico organizado por el general Cáceres, desde su cuartel general en Izcuchaca serían atacados por los patriotas ese 9 de julio.

Cáceres, en efecto, envió al coronel Juan Gastó Valderrama para organizar las fuerzas de la resistencia.


Guerrilleros

Así, organizó a los guerrilleros de Concepción, que tuvieron por jefe al coronel Miguel Patiño Castillo; de Apata, comandados por el gobernador Andrés Avelino Ponce Palacios; de Comas, quienes por su crecido número tenían como jefes a los comandantes Jerónimo Huaylinos, José Manuel Mercado y Manuel Concepción Arroyo, e igualmente a los de Ingenio y Quichuay.

Gastó Valderrama tenía como segundos jefes al coronel Mariano Aragonez, a los tenientes coroneles Andrés Freyre, Francisco Carvajal, Emilio Santivañez, mayor Nicolás Berrospe, capitán Juan de Dios Revilla, entre otros.

Estas fuerzas, en la tarde del 9 de julio, se lanzaron contra la guarnición chilena acantonada en Concepción, para lo cual los patriotas bloquearon primero toda comunicación del batallón de Carrera Pinto con el grueso del ejército invasor establecido en Huancayo.

Luego de sitiar al enemigo y cerrarle toda posibilidad de escape y recibir auxilio alguno, ejecutó el plan de ataque preparado por el Consejo de Guerra de Lastay y dispuso que los guerrilleros de Concepción ingresaran a la plaza de la ciudad, ahora jirón Grau; los apatinos por la calle Real en avance desde el lado norte; Gastó Valderrama y sus soldados por el camino de Matinchara que conduce de Quichuay a la plaza concepcionina; y los de Comas, Ingenio y Quichuay por el camino del Alto Perú, es decir, por las faldas del cerro León.

Una vez que los patriotas se hallaban a 40 metros de distancia de la plaza y convencidos de que el enemigo no tenía otra alternativa que la rendición, el jefe patriota Gastó Valderrama envió como parlamentario ante el enemigo al capitán Juan de Dios Revilla, quien como buen jinete descendió del cerro León portando el correspondiente ultimátum para el enemigo.


Ultimátum

El parlamentario apareció por la esquina de la iglesia y avanzando a trote se dirigió hacia un oficial que se hallaba en el centro de la plaza y, saludándolo militarmente, le preguntó por el comandante de la guarnición, quien le respondió diciendo que él era dicho jefe.

Acto seguido, bajándose de su caballo, le entregó la comunicación, diciéndole: "Señor comandante, sírvase leer esta comunicación que le envía nuestro jefe, coronel Juan Gastó Valderrama".

El jefe de la guarnición, Carrera Pinto, llamó al oficial Arturo Pérez Canto y en su presencia leyó el ultimátum. La comunicación decía: "Ejército del Centro, Comandancia General de la División Vanguardia. Concepción, 9 de julio de 1882. Al Señor Jefe de la guarnición chilena en Concepción. Presente. Contando como usted ve, con fuerzas muy superiores en número a las que tiene bajo su mando y deseando evitar una lucha a toda luz innecesaria, intimo a usted la rendición incondicional de sus fuerzas, previniéndole que en caso contrario serán tratadas con todo el rigor de la guerra. Dios guarde a usted. Juan Gastó Valderrama, comandante de la División Vanguardia".

Carrera Pinto, enterado de aquél ultimátum, mostrándose un tanto altivo, solicitó al teniente Pérez Canto un papel y lápiz para contestarla, escribiendo la siguiente respuesta: "Señor Comandante General de la División Vanguardia, Juan Gastó. En la capital de Chile y en uno de sus principales paseos públicos, existe inmortalizado en bronce la estatua del prócer de nuestra independencia, general José María Carrera, cuya misma sangre corre por mis venas, por cuya razón comprenderá que ni como chileno, ni como descendiente de aquél deben intimarme el número de sus tropas, ni las amenazas del rigor. Dios guarde a usted. Ignacio Carrera Pinto, comandante de la guarnición chilena".

El capitán Revilla, antes de retornar y demostrando experiencia en estas lides, pues se trataba de uno de los ayudantes de campo del general Cáceres, enterado de la contestación, expresó al jefe chileno: "Señor comandante, permítame advertir a usted que su determinación importa el exterminio de sus hombres. Observe que se encuentran completamente rodeados por los patriotas". Cosa que tampoco fue admitida.


El asalto

Eran las dos y media de la tarde del domingo 9 de julio de 1882, cuando el toque largo de una corneta patriota, repetido por otros cornetas guerrilleras, marcó la orden de ataque impartida por el jefe patriota, iniciándose así una sangrienta y ruda acción bélica.

Carrera Pinto ordenó contener el asalto distribuyendo a sus soldados en las cuatro bocacalles de ingreso al cuadrilátero de la plaza y al mismo tiempo envió a tres jinetes hacia Huancayo, un sargento y dos soldados, para que dieran aviso sobre el ataque y soliciten el auxilio necesario, pero dichos emisarios nunca llegaron a su destino, porque cuando se hallaban por las afueras del cementerio, fueron interceptados y eliminados a balazos por los guerrilleros.

Los invasores al no poder contener el empuje de los patriotas por las bocacalles de ingreso a la plaza decidieron acuartelarse en el antiguo convento franciscano e Iglesia Matriz del pueblo, desde donde prosiguieron su defensa.

En un momento de la confrontación, los cercados simularon rendirse, sacaron bandera blanca y cuando los guerrilleros se acercaron, un grupo de chilenos, en una actitud cobarde y traidora, abrió fuego desde el interior del convento contra el destacamento patriota que se acercaba a hacer efectiva la rendición y mataron a varios jefes guerrilleros, por lo cual de allí para adelante no se escuchó ninguna expresión de rendición.


Justa sanción

En el fragor de la ruda lucha perecieron inmolados numerosos patriotas, entre ellos el primer jefe de los guerrilleros de Comas, comandante José Manuel Mercado, los combatientes Juan de la Mata Sanabria, Jerónimo Veliz, Cipriano Camacachi, Esteban Alzamora, Marcos Chamorro y muchos otros.

Por el lado de los invasores perecieron todos sus integrantes, desde el primer jefe, capitán Ignacio Carrera Pinto, sus tres oficiales: teniente Arturo Pérez Canto y los subtenientes Luis Cruz Martínez y Julio Montt Salamanca, sus clases y hasta el último individuo de tropa.


A las 9:00 de la mañana del 10 julio, los últimos 12 chilenos que habían logrado sobrevivir hasta los instantes finales del asalto se entregaron, pero éstos fueron tomados por los guerrilleros y fusilados en el acto. No hubo perdón ni escapatoria para ninguno de los integrantes de la guarnición enemiga. Fue el justo castigo a los que hasta ese momento aplicaban una política de exterminio de nuestro pueblo.